Ante la crisis del campo nacional y popular, el fallo por la causa vialidad que proscribe a Cristina es un ataque inusitado a la democracia. El 17 de junio de 2025, desde Viento Sur lanzamos esta declaración.
Estamos viviendo un periodo de ataque sistemático contra la clase trabajadora, así como de desmantelamiento del Estado y del mercado interno. Al mismo tiempo, como resultado de la ofensiva del gobierno libertario, respaldado por el capital concentrado, Estados Unidos y las instituciones financieras, enfrentamos una crisis del campo nacional, popular y democrático. El fallo por la causa vialidad se enmarca en este proceso. Cristina es una de las trincheras más profundas que tenemos para frenar la reacción neoconservadora, y el fallo judicial tiene un objetivo político claro: debilitar la posibilidad de una salida progresiva. En este momento, nos toca bancar a Cristina, continuar su legado y hacer todos los esfuerzos posibles para aglutinar la mayor fuerza alrededor de una idea de país democrático, justo y con defensa de las mayorías sociales golpeadas. Necesitamos pensar desde la política popular, desde el proceso de masas, dinamizar la resistencia y proyectar un horizonte a futuro.
Lo concreto, lo peligroso: este es un punto de inflexión en nuestros 42 años de democracia. Un escenario inédito. Cambia todo.
Hay gente de buena fe que ve con buenos ojos que se encarcele a Cristina Fernández de Kirchner. No es una minoría: es mucha gente la que piensa esto. Es necesario poder hablarles, explicar nuestra posición, abrir el debate y no pelearnos con cada fantasma que se nos cruce.
¿Cuáles son las novedades?
- El poder judicial mete presa a una ex presidenta por corrupción. Esto abre una puerta a futuro cuyas consecuencias no podemos medir. ¿No correspondería meter preso a Macri por el fraude del Correo, los parques eólicos o el soterramiento del Sarmiento? ¿Y a Milei por la estafa de Libra, la toma de deuda sin pasar por el Congreso, o el aumento del 234% de los fondos reservados de la SIDE que se están fumando? Podríamos enumerar muchas causas más, solo por mencionar algunas. ¿La impunidad se terminó? ¿O estamos ante un peligroso precedente penal? ¿Es factible la gobernabilidad con este esquema?
- También se encarcela a una figura organizadora del tablero político, electoral e institucional. Al menos un tercio de la población argentina la considera una referente necesaria, incluso la ama. Su exclusión del sistema político a través de la inhabilitación en cargos públicos solo puede profundizar la tensión en nuestra sociedad. Aumenta una espiral de confrontación sectorial que debería poner en alerta a toda la población argentina.
Esta novedad no ocurre en el vacío. Se da en un contexto de enorme degradación nacional. El gobierno de Milei ejecuta una reforma constitucional por decreto, agrede a periodistas, reprime movilizaciones pacíficas, toma una deuda sideral sin el proceso legislativo correspondiente. Ejecuta un plan de saqueo que nos lleva a una profunda insatisfacción democrática. El deterioro económico de las mayorías sociales destruye sueños, mientras sus representantes políticos, de todos los colores, apenas negocian migajas sin proponer alternativas que dibujen un horizonte de esperanza. El humor social se expresa en la baja participación electoral durante este año. Todo indica que este proceso de apatía y falta de representatividad podría profundizarse. La crisis del modelo democrático rememora el “que se vayan todos” de principios de siglo y, sumado al deterioro económico, puede convertirse en un cóctel explosivo.
El escenario complejo requiere de un pacto social amplio y generoso para poder salir del pantano en el que estamos. Es momento de abandonar la idea de que un sector político, por sí solo, puede encauzar el drama nacional. En términos políticos, la prisión de Cristina y su inhabilitación para presentarse a elecciones implica la pérdida de una pata imprescindible para ese pacto nacional. Sin embargo, la reacción de indignación y apoyo a la ex presidenta, que impulsó acciones de unidad en el peronismo, podría configurar un punto de apoyo a las diversas luchas sociales que, hasta ahora, no encontraban una caja de resonancia ni una representación política clara y contundente.
Desde los centros de poder se presenta la decisión como un avance en materia de justicia, indicando que a partir de este momento las instituciones de nuestra nación serán más transparentes. Sin embargo, el proceso judicial general nos muestra otra cosa. No hay equidad, igualdad ante la ley ni debido proceso. Se hizo desfilar a referentes del peronismo por todas las instancias judiciales posibles, con todo tipo de causas, algunas francamente ridículas. A los otros sectores políticos, prácticamente nada. Nadie con un mínimo de honestidad intelectual puede creer que esto se deba a que son carmelitas descalzas. El poder judicial está funcionando como un dispositivo más del poder real, destinado a disciplinar cualquier política que afecte sus intereses.
En este contexto, consideramos imprescindible avanzar con el juicio político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Su accionar demuestra un manifiesto mal desempeño en sus funciones, caracterizado por arbitrariedades jurídicas, alineamiento con los intereses del poder real y una responsabilidad directa en la erosión del orden constitucional. Por ello, exigimos que el Congreso de la Nación constituya la Comisión de Juicio Político conforme lo establece el artículo 53 de la Constitución Nacional y la Ley 24.937, y actúe en consecuencia con la gravedad institucional del momento.
Desde este lado, debemos convocar a todos los sectores que vemos con preocupación esta democracia de baja intensidad que no logra resolver temas centrales como la pobreza, la educación o la salud. Necesitamos repensar todo. No será viable gobernar este país con la estructura neoliberal de base. Una estructura que expulsa gente del mercado laboral engrosando masas de desocupados y subocupados. Una estructura que garantiza rentas extraordinarias de los grupos dominantes a través de la fuga de capitales y la bicicleta financiera. El campo nacional, popular, democrático y transformador no puede gobernar con el sistema neoliberal como base. Necesitamos otra Argentina, un nuevo proyecto histórico donde las mayorías sociales puedan levantar un país en el que estemos todos incluidos de forma sustentable.
Buenos Aires, 17 de junio de 2025