Nº 2. Volvernos uno, ante el frío polar

Desde las estaciones espaciales y los satélites registraron la ola polar, vimos en fotografías la extensa nube que cubría al Cono Sur en diagonal ascendente. Fue al límite, el cálculo de ganancias que no esperaba frío extremo dejó a cientos de familias sin gas con temperaturas bajo cero. Mientras tanto, un sin fin de provocaciones y malas noticias se suceden todos los días, el topo del Estado se alimenta del hambre y la crueldad. El Viento Sur trae frío, pero también despabila. Es el límite de la naturaleza ante el cual producimos cultura y vida en común, necesidad de hogar, calor, resguardo. El Viento Sur es nuestra coordenada en esta tierra. 

Entre el primer número de El Viento Común y este tuvieron lugar una serie de hechos que es importante apuntar. La macroeconomía está crujiendo: el esquema anti-inflacionario de dólar barato y bicicleta financiera se come la deuda externa que toman, las reservas, los dólares del colchón de quienes han podido ahorrar. JP Morgan desarma posiciones y avisa que se está terminando la fiesta, que el último apague la luz. Los costos sociales del modelo se notan en el día a día con salarios bajos, pluriempleo, ajuste. La lucha contra “la casta” es un chiste de mal gusto y la corrupción se va haciendo la regla básica, desde la cripto estafa de $Libra hasta el templo evangelista al que fue esta semana Milei, donde el único milagro es que los pesos se transforman en dólares. 

Se terminaron las facultades excepcionales que el Congreso delegó de forma irresponsable en una persona que no puede manejar ni la calesita, y en el medio se desguazó el Estado. Hicieron una reforma constitucional de hecho. A puro decreto. Desfinanciamiento o disolución del Garrahan, las universidades públicas, el instituto nacional oncológico, el INTI, el INTA, hospitales, vialidad nacional. Por dar algunos ejemplos. Cada uno con un tendal de personas que fueron echadas y familias que comen angustia. Parece haber una incipiente reorganización legislativa que ojalá ponga límites. Las provincias también muestran diferencias y resistencias de diversas formas. 

Frente a este escenario, la única coherencia que mantiene el gobierno es querer destruir al Estado y resolver las cosas tensando el sistema democrático. Un proceso represivo preocupante va tomando escala. El protocolo antipiquete, la prisión a Cristina, Pablo Grillo con la cabeza abierta en una terapia intensiva, varias compañeras ¡en Ezeiza! por una acción criticable pero inocua que no pasa de contravención municipal, la detención de Grabois a pedido del ejecutivo, el ciberpatrullaje y un presupuesto en inteligencia que creció en 5 meses un 254%.

La agrupación Viento Sur volvió a reunirse para analizar esta coyuntura y discutir hacia dónde vamos. Nos preocupa la dinámica centrípeta del peronismo, que se mete hacia adentro y discute internas. Rosca, mesa chica. Nos preocupa el canibalismo que vemos en las discusiones; que no se ponga al frente de las luchas y convoque a toda la Nación con ideas claras. La buena noticia es que se cierran las alianzas y las listas para PBA en estos días, así que vamos a poder dejar de mirar portales ajenos para enterarnos de qué se está discutiendo en reuniones falopa para ponernos a militar con claridad. O eso esperamos…

Que se entienda. Creemos que Axel es la esperanza para un nuevo momento de avance popular. En nuestro manifiesto fundacional explicamos por qué, para el que quiera profundizar. Pero sabemos también que Axel es una condición necesaria, y no suficiente. Necesitamos recuperar un movimiento nacional y popular de masas, que convoque, que organice, que luche, que construya propuestas a futuro, que piense la Argentina del futuro.

En nuestra última asamblea repasamos los principales puntos de las declaraciones que publicamos en el mes de junio. “Proteger la democracia frente a la avanzada del poder concentrado” donde alertamos sobre la profundización de la insatisfacción democrática y el bloqueo de un potencial pacto social que implica la  inhabilitación de CFK. “Unidad Nacional o caos libertario” para proponer una convocatoria a todos los sectores sociales y políticos a construir un frente amplio, democrático y participativo, pensado en términos estratégicos y no electoralistas.

En la medida en que encontremos unidad en la lucha, y el movimiento pueda representar y conducir a quienes ataca el gobierno todos los días, habrá un sujeto para el cambio. El sujeto está en el pueblo que sufre, en cada parte del pueblo que rompen.   

Como el primero, el segundo número de El Viento Común incluye colaboraciones que son aportes para las militancias de voces que no pertenecen a Viento Sur. En mil palabras, Alejandro Kaufman propone una perspectiva crítica sobre la cuestión de las transformaciones técnicas contemporáneas, que se aparta del dilema simplista entre apocalípticos e integrados. Florencia Angilletta reivindica el pensamiento que se produce en las aulas, cuando sucede una clase presencial. Sobre el pensamiento situado en un espacio común donde las voces circulan en el aire. Cecilia Sleiman propone tres nombres fundamentales para discutir el destino del sistema científico argentino y su importancia política y estratégica. En El Viento Común nº 2, las voces soplan hacia el lado de la técnica. Por su parte, un Salieri de Weizenbaum se vio interpelado por el título de una nota de nuestra compañera Asja Lãcis en el número 1, y para nuestra alegría replica con argumentos precisos que responden ante el problema o la cuestión de la política de la técnica. Si bien Natalia Calcagno abre el eje de la discusión hacia tres crisis en la cultura argentina contemporánea; una de esas crisis está asociada al cambio tecnológico. Alrededor de estas coordenadas por donde circulan las voces en el viento, la cuestión de la técnica está en el centro del debate político. Mariela Fernández que propone una mirada sobre el destino de las infancias, sitúa su perspectiva en el debate actual sobre la baja de la natalidad, después de la pandemia. 

A esas voces en El Viento Común sumamos las nuestras. Ante la nueva avanzada buitre en Nueva York, los compañeros Julio Villarino y Gabriel Lerman reunieron datos duros e información sobre YPF, también compartimos un documento sobre deuda externa. Luzuriaga, Fernández Mouján y José “Cacho” Lucero intervienen con tres miradas distintas sobre la coyuntura inmediata en torno a Axel. Asja Lãcis politiza el concepto “reciclar”, como una actualización para las militancias. Matías Lennie interviene sobre el tema central de este número en El Viento Común, acerca de la soberanía tecnológica, de la gesta de San Martín y el 9 de julio a la tecnología como terreno de disputa política en el presente. 

Inauguramos en este nº 2 de El Viento Común nuevos formatos que no serán fijos: declaraciones publicadas entre un número y otro por Viento Sur, y documentos para la discusión política elaborados por el colectivo editor.

Por último, también inauguramos a partir de este número, un ejercicio editorial, que es el de recuperar textos que pueden ser tesoros del pensamiento para las militancias. En este caso, incorporamos un ensayo del teórico italiano Giorgio Agamben acerca del concepto “pueblo”, para pensar sobre el sujeto del campo nacional y popular

Buenos Aires, julio de 2025

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