Unidad nacional o caos libertario

Ante la avanzada libertaria, el 20 de junio, Día de la Bandera, Viento Sur lanzó la siguiente declaración a propósito de la unidad nacional. 

Este 20 de junio, Día de la Bandera, reafirmamos que la Patria no es una consigna abstracta sino una realidad concreta que se construye todos los días con trabajo, con dignidad, con lucha. Hoy, esa Patria está bajo ataque. El gobierno de Javier Milei representa un modelo de desguace nacional: entrega de soberanía, demolición del Estado, empobrecimiento masivo y persecución a toda forma de organización popular. El caos libertario no es una amenaza futura: es el presente que vivimos todos los días.

Frente a esta situación, la disyuntiva es clara: unidad nacional o caos libertario. No hay lugar para la indiferencia ni para cálculos oportunistas. Es momento de poner por delante el interés del pueblo y trabajar colectivamente para frenar el saqueo, reconstruir la Argentina y volver a poner al país en manos de quienes lo habitan y lo hacen todos los días.

El primer paso es recuperar la unidad del campo nacional y popular, con un horizonte claro: defender lo nacional frente a la entrega, y profundizar la democracia social frente a su vaciamiento. La soberanía no es solo una consigna geopolítica: es la capacidad de un pueblo de decidir sobre su destino, de garantizar derechos, de cuidar sus recursos, de construir justicia social desde abajo. La democracia, para ser real, debe incluir al pueblo como protagonista. No hay democracia sin participación activa, sin organización popular, sin igualdad.

Para que esto sea posible, es necesario convocar a todos los sectores de la vida social que hoy están siendo golpeados por este modelo. No se trata de armar un frente cerrado o ideológicamente uniforme, sino de construir un gran espacio de confluencia entre los que quieren una Argentina distinta. El llamado es amplio: a los sectores sindicales, productivos, culturales, científicos, educativos, cooperativos, feministas, territoriales, ecologistas, a las juventudes, a los pueblos originarios. Pero también a sectores políticos que, más allá de su identidad histórica, no acuerdan con la destrucción que impulsa el actual gobierno. Necesitamos volver a ser un movimiento histórico, un bloque histórico potente que dé vuelta la tortilla.

En ese sentido , es urgente abrir el frente electoral a todas las fuerzas políticas que hoy se oponen al modelo libertario. Nos referimos a expresiones del radicalismo con vocación democrática, a sectores de la izquierda comprometidos con las causas populares, incluso, a corrientes del conservadurismo con sensibilidad social, a partidos provinciales y fuerzas locales que defienden a sus comunidades. La Argentina necesita nuevas mayorías en el campo político y social, que expresen la voluntad de detener la dependencia y reconstruir un proyecto nacional con justicia y soberanía.

Sin embargo, esto no puede reducirse a una alianza electoral. Lo que necesitamos es construir un frente estratégico de largo plazo, que no solo se prepare para disputar el poder en 2025 y 2027, sino que sea capaz de imaginar y organizar el país que vendrá después. Ese frente debe asumir el compromiso de elaborar colectivamente un programa de reconstrucción nacional, con participación activa de la sociedad civil en cada provincia, en cada distrito, en cada barrio. Necesitamos que el programa sea una herramienta de organización, una hoja de ruta común, un pacto colectivo para reconstruir la Argentina sobre nuevas bases.

Al mismo tiempo, proponemos abrir todos los espacios de militancia y vida comunitaria —unidades básicas, ateneos, sociedades de fomento, centros culturales— para que sean lugares de debate, formación, encuentro y organización. La política tiene que volver a ser un hecho colectivo, popular, horizontal. Necesitamos comunidad organizada.

Finalmente, es imprescindible que este frente estratégico funcione con mecanismos representativos que garanticen la participación real de todas las fuerzas que lo integren, respetando su historia, su peso territorial, su diversidad. La conducción de un proceso como este no puede quedar en manos de un grupo  de dirigentes: debe ser colectiva, transparente y con orientación estratégica.

La bandera no se defiende con discursos: se defiende con organización, con coraje y con proyecto. Frente al caos libertario, nuestra respuesta es la unidad del pueblo en defensa de la Patria. Desde Viento Sur asumimos ese compromiso y convocamos a todas y todos los que estén dispuestos a dar batalla. No es momento de esperar o especular Es momento de construir.

La bandera se defiende con organización. Es tiempo de elegir: unidad nacional o caos libertario.

Desde abajo y con todos adentro, vamos a reconstruir la Patria.

Buenos Aires, 20 de junio de 2025

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